La visión apostólica para este año 2025 es UNIDOS EN CRISTO.

 

En el evangelio de Juan, capítulo 17, encontramos la gran oración sacerdotal de Jesús. Este capítulo es como el "Lugar Santísimo" del evangelio, donde Jesús, antes de su crucifixión, ora profundamente por sí mismo, por sus apóstoles y por todos los que creerán en él a través de su mensaje. En esta oración, Jesús subraya la importancia de la unidad, un tema que trasciende y une a los creyentes de todas las generaciones.

 

La Oración Personal de Cristo

 

En Juan 17:1-5, Jesús ora por sí mismo, pidiendo al Padre que lo glorifique para poder glorificar a Dios en la tierra. Este pasaje resalta la unidad inseparable entre el Padre y el Hijo. Jesús dice: “Yo y el Padre uno somos” (Juan 10:30), dejando claro que su relación es el modelo perfecto de unidad.

 

La unión entre Cristo y el Padre también nos enseña que sin esa conexión, sería imposible cumplir los propósitos divinos. De igual manera, para los creyentes, la unidad con Cristo es esencial para vivir conforme a la voluntad de Dios y dar fruto.

 

Reflexión:

 

• La unidad de la Trinidad es un ejemplo de colaboración y armonía que debemos emular en nuestras relaciones y en nuestra vida espiritual.

 

La Oración por los Apóstoles y la Familia

 

En los versículos 6-19, Jesús ora por sus apóstoles, pidiendo que sean guardados en la unidad. Esta unidad, como se menciona, es similar a la que Jesús comparte con el Padre. Además, este concepto de unidad también puede aplicarse a la familia.

 

La familia es una institución ordenada por Dios, diseñada para brindar consuelo, protección y apoyo mutuo. En las Escrituras vemos ejemplos de familias que actuaron en unidad para cumplir los propósitos de Dios (por ejemplo, Éxodo 12:21 y Hechos 16:33-34).

 

Reflexión:

 

• Orar por la unidad en nuestras familias no solo fortalece los lazos familiares, sino también refleja el carácter de Dios.

 

La Oración por la Iglesia y el Prójimo

 

En Juan 17:20-23, Jesús amplía su oración para incluir a todos los creyentes. Su deseo es que todos sean uno, como él y el Padre son uno, para que el mundo pueda creer en él. Esta unidad de la Iglesia es fundamental para su testimonio en el mundo.

 

La iglesia, aunque formada por individuos diversos, es una en esencia porque comparte un mismo evangelio, un mismo Señor y un mismo Espíritu. No obstante, esta unidad está bajo constante amenaza debido a la naturaleza humana. Por ello, los creyentes deben esforzarse activamente por preservar la unidad (Efesios 4:3).

 

Reflexión:

 

• La unidad en la iglesia no significa uniformidad, sino colaboración y amor mutuo en Cristo.

 

Conclusión

 

La oración sacerdotal de Jesús nos recuerda la importancia de la unidad en tres ámbitos:

 

• Unidad con Cristo: Nuestra relación personal con Él es la base de nuestra fe y acción.
• Unidad en la familia: Orar por y trabajar hacia relaciones familiares armoniosas.
• Unidad en la iglesia: Fomentar un espíritu de colaboración y paz para el testimonio del evangelio.

 

Como creyentes, estamos llamados a reflejar la gloria de Dios a través de la unidad, para que el mundo pueda ver y creer en el mensaje transformador de Cristo.